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Excelentísimo
Señor,
Nos dirigimos
a usted como organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la lucha
contra la pobreza y sus causas. Se calcula que para 2015 unos mil millones de
personas seguirán viviendo bajo el umbral internacional de la pobreza extrema, pese a los esfuerzos realizados para
erradicarla. Esta cifra no es ajena a la realidad que se vive en España donde,
desde 2008, la tasa nacional de pobreza extrema prácticamente se ha doblado, y
la pobreza moderada y severa ha aumentado de manera muy significativa. Desde el
inicio de la crisis se registra un aumento de cerca de un millón de personas
por año en riesgo de exclusión y de pobreza; ya son casi 12 millones y medio de
personas en España, el 26,9% de la población según los datos del INE de 2011.
Creemos
firmemente que éste es un momento crucial para que crear un Comité
Internacional Permanente que dé seguimiento a los avances en la lucha contra la
pobreza, examine sus causas y proponga soluciones eficaces y realistas que
permitan erradicar la pobreza extrema. Millones de personas demandan esa
respuesta.
Según sus propias palabras, en la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en junio de este año, los líderes de
todo el mundo declararon que la erradicación de la pobreza es «el mayor
problema que afronta el mundo en la actualidad». Pero, ¿qué va a hacer usted
para acabar con este problema? ¿Cuál es la estrategia para afrontar este
problema?
Desde que en
el año 2000, la comunidad internacional adoptó los ODM, éstos han sido
instrumento muy valioso que ha permitido exigir, cuantificar y demandar cambios
políticos para la reducción de la pobreza en el mundo. Se han conseguido
grandes avances, pero son insuficientes. Ahora que se aproxima 2015, fecha en
la que deberían haberse alcanzado esos objetivos, es necesario ir más allá y
apostar por una visión más amplia de la pobreza en el mundo que contemple de
forma holística su erradicación.
La
erradicación de la pobreza y la lucha contra sus causas debe ser una prioridad ineludible que
vaya más allá de los discursos y la teoría. Cada vez que se revisan
los ODM, se constata lo mucho que aún queda para alcanzarlos; pero la voluntad
política para cumplirlos es escasa. Si no se tienen en cuenta los problemas que
se han generado para cumplir con la agenda de los ODM, cualquier revisión
correrá el mismo riesgo de quedar en un nuevo listado que no llegue a
materializarse, ni a reunir el suficiente apoyo político para situarse en el
centro de las decisiones de la comunidad internacional.
Las más de
mil organizaciones sociales que formamos la Alianza Española contra la Pobreza
creemos que es necesaria la creación de un Comité Internacional permanente para
el seguimiento de los objetivos de lucha contra la pobreza y exclusión social,
que aborde este problema, sus causas y que plantee soluciones, recomendaciones
y alternativas, hasta su total erradicación. No podemos permitirnos revisar el
avance de la lucha contra la pobreza una vez al año. Creemos que es necesario
que, como Secretario General de Naciones Unidas, proponga la creación de un comité
que funcione de forma similar al Panel Intergubernamental contra el cambio
climático, creado en 1998, que trabaja a lo largo de todo el año para analizar la
situación del cambio climático, denunciar las malas prácticas y proponer
soluciones.
En un
contexto como el actual, las personas deberían estar en el centro de las
políticas públicas; millones de vidas están en juego. Sin embargo, las
políticas que se están aplicando no están teniendo en cuenta criterios de
protección de los derechos de la ciudadanía, ni se ha contado con ella para
implementarlas. Un panel como el que le sugerimos podría vigilar el
cumplimiento de mecanismos financieros que deben ser instaurados si no queremos
que los niveles de pobreza y desigualdad mundial continúen creciendo sin
límite. Urgen mecanismos de
reorientación económica, regulación financiera y medioambiental, aplicados
desde estructuras institucionales democráticas. Instrumentos que
alcancen a todo el planeta y que sean de obligado cumplimiento: la creación de
sistemas fiscales eficaces capaces de recaudar los recursos necesarios
para establecer políticas sociales que garanticen el total cumplimiento de los
derechos sociales, económicos, culturales y políticos. El Impuesto a las
Transacciones Financieras especulativas a nivel global, la lucha contra los
paraísos fiscales, la corrupción y la malversación; la revisión de la deuda
odiosa y la implantación de políticas fiscales estatales activas y
distributivas, son acciones necesarias para acabar con la pobreza y deben ser
vigiladas por el Panel Internacional.
La
erradicación de la pobreza no debe ser una dádiva en tiempos de bonanza; es una
obligación política de los Estados y una cuestión de justicia. En este sentido,
la Carta de Naciones Unidas es muy elocuente al defender los derechos humanos
fundamentales, la dignidad y el valor de las personas, la igualdad de derechos
de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas. Tales principios
continúan al día de hoy plenamente vigentes; no son una quimera. En nuestras
manos, y en las suyas, está hacerlos realidad.
Firmado,
ALIANZA
ESPAÑOLA CONTRA LA POBREZA
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