miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sofía Gatica, la guerra de una madre contra Monsanto








Esta argentina, galardonada con el Goldman 2012 por su lucha contra las fumigaciones masivas en los cultivos de soja transgénica, advierte de los riesgos que estas prácticas entrañan también para Europa.
 

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No era una prestigiosa abogada ni practicaba el activismo ambiental. Tampoco cuenta con una titulación secundaria superior ni alberga conocimientos sobre química o ciencias biológicas. Sofía Gatica es, sencillamente, una madre argentina que cuando perdió a su hija al poco de nacer por una repentina parada de riñón decidió averiguar por qué. Desde aquel momento, hace casi 13 años, emprendió una lucha por acabar con las fumigaciones sobre los campos de plantaciones de soja que rodean Ituzaingó, un barrio en la provincia de Córdoba (Argentina) con cientos de casos  parecidos al suyo.
Sus reivindicaciones le han hecho valedora del premio Goldman 2012, considerado como el Nobel de Medio Ambiente. Fundó, junto con otras vecinas afectadas, el grupo 'Madres de Ituzaingó'  y recorrió el municipio puerta por puerta para documentar  y demostrar los efectos nocivos para la salud del glifosato, el herbicida más vendido del mundo, comercializado por la multinacional Monsanto. Los resultados desprendieron datos alarmantes: niños con malformaciones, problemas respiratorios y de riñón, lupus, púrpura, leucemia y un altísimo porcentaje de afectados por cáncer (alrededor de 300 en una población de tan sólo 6.000 habitantes).
"El problema es el enorme negocio que hay detrás", asegura a Público Gatica, de gira estos días por Europa para contar su experiencia y reunirse con otros colectivos ambientalistas en la Good Food March (marcha por los buenos alimentos) que culminó este miércoles en Bruselas en protesta por la repercusión de las políticas agrarias en la sociedad y la inminente reforma de la PAC.
En efecto,  el cultivo de esta leguminosa se mueve en un círculo cerrado. Cerca del 80% de los terrenos agrícolas en Argentina están dedicados al cultivo de soja transgénica, esto es, soja cuyas semillas han sido modificadas genéticamente para hacerlas resistentes al glifosato o Roundup, como  se vende en el mercado. Tanto las semillas como el agroquímico que debe tratarlas son propiedad de la compañía norteamericana Monsanto.
"A medida que crecieron las plantaciones de soja y por ende las fumigaciones, aumentan las malformaciones en los niños. Además, la cantidad de glifosato necesario para tratar los cultivos va aumentando por la resistencia que desarrollan las plantas", asegura María Godoy, otra de las ‘madres' que acompaña a Gatica en su movilización.
Entre otras cosas, ambas han cruzado a este lado del charco para advertir de los "riesgos" que entrañan los transgénicos, una cuestión con fuertes posiciones contradictorias dentro del mismo seno comunitario. Mientras que el rechazo al cultivo de estos alimentos ha ido creciendo en buena parte de Europa, España no sólo ha aumentado el número de hectáreas dedicadas a los organismos genéticamente modificados (OGM), sino que acapara la gran mayoría de esta agricultura. Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de las 114.624 hectáreas que hay en Europa de cultivos transgénicos, el 85% (97.326 hectáreas) son españolas. En todas se cultiva la variedad de maíz MON810, también de la empresa Monsanto y también cuestionado por diversos estudios independientes, entre ellos el patrocinado por el Ministerio de Medio Ambiente y Salud de Austria, que evidenció problemas significativos en el descenso de la fertilidad en ratones alimentados con esta variedad de grano.
En todo caso, y aunque las superficie de cultivos biotecnológicos en Europa supone sólo el 0,1% del total de terrenos agrícolas, la importación de este tipo de productos, sobre todo la soja transgénica, dedicada en su mayor parte a la elaboración de piensos para la ganadería, se mide en millones de toneladas. "La Unión Europea está importando toneladas y toneladas de soja transgénica envenenada de Argentina para consumo animal. Y estos animales son consumidos por todos los habitantes de Europa y a la larga van a tener las mismas consecuencias que estamos teniendo nosotros", denuncia Gatica.
España acapara el 85% de los cultivos transgénicos que hay en la UE
La dependencia europea de los cultivos transgénicos provenientes de terceros países es enorme. Según la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos (FEFAC), el 68% de la materia prima de proteína que se utiliza en la alimentación animal en la UE se compone de harina de soja. Sólo el 2% es producida dentro de las fronteras comunitarias. El resto se importa, mayoritariamente de Argentina (el 51%).
"Acá y allá, estamos peleando por lo mismo, que no nos impongan qué comer, que los cultivos salgan de los campesinos, de los pequeños productores y no de las multinacionales. Se está haciendo un genocidio encubierto a nivel mundial. Se está matando gente, destruyendo el planeta y nadie dice nada", lamenta.
"Se está haciendo un genocidio encubierto a nivel mundial", sostiene Gatica
El glifosato no está prohibido en la Unión Europea, aunque sí se encuentra dentro de la lista de compuestos químicos que serán revisados en 2015. Debido a la controversia que ha generado este producto, Monsanto ha dedicado un espacio en su página web para desmentir la supuesta alta toxicidad del agorquímico. En él asegura que "los herbicidas a base de glifosato se encuentran entre los de menor riesgo respecto de sus efectos para la salud y el ambiente". Por su baja toxicidad, añade,  "es un herbicida utilizado con éxito en más de 140 países del mundo desde hace 30-40 años, y su seguridad ha sido ratificada por organismos internacionales como la EPA (Environmental Protection Agency de los Estados Unidos) y por su inclusión en el Anexo I de la Directiva 91/414/CE (Comunidad Europea)".
En Argentina, las fumigaciones en áreas pobladas no están prohibidas en todo el Estado
Pese a los múltiples estudios que se realizaron en Ituzaingó gracias a la presión del colectivo de vecinas, las fumigaciones masivas cercanas a zonas pobladas no están prohibidas en todo el territorio nacional. Un informe de 2009 encargado por la presidenta Cristina Fernández reveló que sólo en este pequeño barrio cordobés el 33% de la población muere de cáncer y que aproximadamente el 80% de los menores tienen entre 6 y 7 tipos de agroquímicos en la sangre. Sin embargo, sólo algunas directivas a nivel local y provincial limitan estas prácticas. Gatica y las demás ‘madres' luchan por que se apruebe una ley con vigencia para todo el Estado, donde se estima que cerca de 12 millones de personas están en riesgo de contaminación.


Presidenta de Argentina en la ONU

(tomado de Público digital)






La presidente argentina, Cristina Fernández, denunció ayer ante la Asamblea General en Naciones Unidas la actuación de la policía española contra las protestas del 25-S de 'Rodea el Congreso' que tuvieron lugar en Madrid contra las medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. "Mientras hablamos aquí se está produciendo una represión contra los indignados (en Madrid) que se oponen a las políticas de ajuste" del Gobierno español, afirmó Fernández durante su intervención en los debates del Asamblea General de la ONU.
La presidenta argentina quiso de esta forma establecer un paralelismo entre las protestas que se están viviendo en los últimos meses en países desarrollados como España o Grecia con las manifestaciones vividas en su país en 2001. Recordó que Argentina sufrió en el pasado "políticas neoliberales" que tuvieron su máximo apogeo en la crisis política e institucional desatada en 2001 "cuando se produjo el default (suspensión de pagos) de la deuda soberana".
"Argentina llegó a deber el 160 % del PIB, producto de políticas de endeudamiento y de ajuste permanente que ahora vemos aplicar de forma feroz en países como España, Grecia o Portugal que están poniendo en peligro la zona euro", lamentó la presidenta.
Las protestas en Madrid, bajo el lema 'Rodea el Congreso', se han saldado con más de una treintena de detenidos y decenas de heridos, tras las cargas policiales contra la manifestación que se encontraba en Neptuno, frente a las vallas del parlamento.

De como las farmaceúticas engañan a médicos y pacientes





Si bien lo que sigue está sacado de Público, casi 25 años en la industria farmaceutica, instruyendo a visitadores médicos y colaborando en la difusión de medicamentos me avalan para vertir mis propias opiniones también.

Que estas empresas tienen ellas en si y sus  asociadas un poder fuera de lo que el público se imagina, se escapa seguramente de la omaginación más calenturienta.
Llegan, desde vender medicamentos inútiles hasta presionar desde lugares de poder para derrocar gobiernos, si estos toman medidas qie no les combienen.
Pero yendo a lo que el título nos dice, desde la experimentación que se hizo en Sudamérica, con mujeres embarazadas, que luego dieron a luz a niños con deformaciones físicas (ver Thalidomide), hasta la más simple estafa, que es cuando un medicamento, por el paso del tiempo u otros problemas económicos, se hace más barato, agregarle aspirina, algún antihistamínico o simplemente sorbitol, registrarlo nuevamente con el nombre de "Basura Plus", actualizando su precio y adelante con la estafa.
Todo con la "atenta" complicidad del correspondiente ministerio de sanidad, organización de control sanitario o como se llame en el país que fuera, sin exceptuar a la famosa FDA, que les permite a las multinacionales del ramo, comprar informes científicos, en cualquier lugar del mundo.
Pero vayamos al artículo en cuestión, que seguramente informará más eficientemente:



El escándalo de la reboxetina debería haber encendido todas las alarmas. Aprobada en muchos países europeos desde finales de los 90, la reboxetina es el principio activo de un fármaco para la depresión clínica.

En año 2010, un grupo de investigadores alemanes publicó en el British Medical Journal un estudio que demostraba que no sólo el medicamento era inefectivo, sino que, además, la compañía farmacéutica había ocultado a la comunidad médica aquellos tests que le eran desfavorables. De 7 ensayos clínicos contra placebo, 6 mostraban que la reboxetina no era más eficaz que el placebo. Ninguno de esos 6 estudios fue publicado en revistas científicas. Además, en los ensayos clínicos contra otros antidepresivos, la compañía farmacéutica había eliminado tres cuartas partes de los datos.
(Nota: el artículo del British Medical Journal que destapó el caso es gratuito y podéis leerlo aquí).
Inexplicablemente, en España la reboxetina sigue siendo comercializada por Pfizer bajo los nombres “Norebox” e “Irenor” (números de registro 61969 y 63157 en la Agencia Española del Medicamento). La agencia federal que supervisa los fármacos en los EEUU (conocida por sus siglas, FDA) nunca aprobó la reboxetina por falta de eficacia probada.
Pfizer no es la única compañía envuelta en un escándalo de ocultación de datos científicos. En Febrero de 2010, el Senado de EEUU publicó un informe donde se describe cómo la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) no sólo mintió sobre los riegos cardiovasculares de uno de sus medicamentos contra la diabetes sino que además trató de silenciar a los científicos que los advirtieron. La FDA calcula que este fármaco produjo 83.000 infartos entre los años 1999 y 2007. Hace unos meses, GSK decidió declarase culpable ante los tribunales norteamericanos.
El caso se remonta a 1999. En varias conferencias científicas celebradas aquel año, el Dr. John Buse, profesor en la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill, comenzó a advertir sobre los posibles riesgos de la rosiglitazona, un medicamento que suponía miles de millones de ingresos para GSK. Tachi Yamada, entonces director de investigación de GSK, envió una serie de emails intimidatorios a Buse, quien decidió cesar sus críticas.
Ben Goldacre, doctor en Medicina e investigador en la Universidad de Oxford, explora las razones de algunos de estos fraudes en un libro que se publicará esta semana en el Reino Unido. Según Goldacre, la regulación de la industria farmacéutica es todavía deficiente. Por ejemplo, las compañías farmacéuticas no están obligadas a publicar todos los ensayos clínicos que realizan y por lo tanto, los que se hacen públicos son casi siempre favorables a sus intereses. Es también una práctica habitual que, cuando investigadores universitarios aceptan financiación de una farmacéutica, se les haga firmar un contrato por el cual no pueden publicar ningún resultado sin el permiso de la compañía. Las farmacéuticas financian además numerosas revistas y conferencias médicas.
Al igual que con la crisis bancaria, abandonar una industria multibillonaria a las fuerzas del mercado, sin una regulación adecuada, puede tener consecuencias nefastas para todos.


6.000


por  A.    Malvar

(tomado de Público)

¿solo 6000?



Como, según la Delegación del Gobierno, había ayer en Madrid tan solo 6.000 manifestantes, considero prueba irrefutable de incompetencia gubernamental haber movilizado a 1.400 (que eran más) agentes de policía para controlar el 25S.
 Movilizar a tantos agentes, cerrar el Congreso, poner helicópteros y disfrazar infiltrados es hacer el ridículo, y espantoso, ante unos señores, 6.000, que no representan ni al cero coma cero poco por ciento de la población española. Ayer había casi más policías que personas, según la delegación del gobierno. Y eso puede ser muy peligroso para la policía.
 Estas minúsculas manifestaciones deben ser tratadas con la sofisticación que se merecen. Porque nada le cuesta al gobierno, en lugar de desplegar a 1.400 policías, invitar a 6.000 tés a los indignados y calmarlos. Que el Palace está al lado del Congreso. Y un té cuesta cuatro duros. Porque se va rumoreando por ahí que el despliegue policial, para controlar a estos 6.000 cuatro gatos, ha costado unos 200.000 euros en horas extras policiales. Con eso se calma a un corrupto para que deje de corromper durante dos meses. O se paga la hipoteca de un buen hombre.
Cuando el Estado, y más si es el español, nos pone a los 6.000 gatos tanta vigilancia, a mí se me hace de preocupar, porque yo siempre he detestado la jardinería, y no me gustaría volver a criar malvas en las cunetas. Como ya hice en 1936.
Estos 6.000 tíos, unos don nadie, no merecían tanta protección, habiendo en España mucho banquero con su trasero expuesto a tantos delitos sexuales. Ya que el clamor popular indica que casi todo el mundo quiere darle a los banqueros por ahí. Con perdón a los que conserven preferentes.

¡esto no es cierto?


Estos excesivos pruritos con las minorías, ya que eran solo 6.000, nos hacen plantearnos si en España no sobrarán más ciudadanos que oligarcas, pues uno nunca ha visto a Joan Rosell recibiendo las patadas y hostias policiales que tan alegremente recibía ayer el pueblo. Por tu compromiso con la democracia, Joan. Como los del 25S ayer.
Estos 6.000 manifestantes orondos, y lo digo no por despreciar a los gordos, sino para demostrar que solo 6.000 gordos muy gordos pueden llenar todo Madrid, tendrían que darse cuenta de que es un dispendio gastar tanta policía en ellos. Y comer menos. Y no manifestarse. Y quedarse en sus casas. Como 6.000 gilipollas. Y ver esa película sobre la democracia, que echan todos los días en todas las cadenas, titulada Novia a la fuga.
Pero no se enteran. Son solo 6.000. Entre 6.000 tíos y tías, nunca ha sido fácil desenterrar un solo pensamiento. Para eso están los diputados, ¿no?
Pasarán años hasta que yo comprenda por qué había 1.400 policías rodeando el Congreso y 6.000 ciudadanos rodeando a los policías. A mí la cuenta de cuatro ciudadanos por cada policía me parece exuberante, salvo si me pongo ninfómano y pienso en otro tipo de satisfacción.
No quiero sospechar, bajo ningún concepto, que el Gobierno nos haya engañado, y que no fueran 6.000 los manifestantes, sino los que yo vi. Desaguando el mar de Neptuno en su plaza, carnalizando a Goya Prado arriba y Prado abajo, y dejando al Thyssen-Bornemisza un poco desangelado de señoras extranjeras y de civilidad.
No quiero pensar que nuestros gobernantes, o sea, representantes, o como dice Clint Eastwood, empleados, nos hayan querido engañar. Porque eso no ha pasado nunca. Y, si queréis comprobarlo, pedidle a Urdaci el teléfono de la ce ce o o. Pero sería terrible que un gobierno veraz y democrático como este nos insultara de esa manera. Y menos un gobierno como dios manda. Que es gran pecado mentir, según no sé cuál mandamiento. Y, si no cumples ese mandamiento, un curita te toqueteará. ¿No? La verdad, o sea. Pido. ¿Seguro que eran solo 6.000?






lo de siempre, el pegar sin piedad