Editorial de Cono Sur (mes julio 2008)

Persiguiendo el sueño de Hitler, el Presidente de Francia Nicolás Sarkozy, quiere no ya poner trabas a la inmigración a Europa, sino convertir a ésta en una verdadera fortaleza, donde no entren aquellos que no tengan determinada calificación, que tenga que ver con sus ideas de derecha.
Así suma una a una las restricciones que se imponen a los inmigrantes, como cierre de las casas de acogida, obligación de comulgar con “sus” valores, exámenes de ADN –por fortuna el ala de izquierda del Gobierno, lo ha obligado a introducir modificaciones de peso, como que lo solicite un juez-, acreditar una entrada mínima de € 1200.-, familiares de los entrados en Francia, obligados a superar en los países de origen un examen de lengua francesa, dictamen de confiscación de ayudas, selección de la calificación social, etc.
De ésta manera la “fortaleza europea”, va tomando forma, Sarkozy urge a la UE a adoptar una "inmigración selectiva" y una expulsión masiva e inmediata de residentes extranjeros indocumentados –por lo menos así evitan estar 18 meses detenidos-, Sarkozy se propone expulsar de Francia a 25.000 inmigrantes indocumentados por año, como una cuota de automóviles, aviones o chorizos criollos.
"Esa política, basada sobre el cumplimiento de estadísticas, es incompatible con un trato humano a inmigrantes y refugiados crea un clima atroz", dijo a Christophe Deltombe, presidente de la organización humanitaria francesa Emmaus.
Y éste es el personaje que va a mandar en la UE, por espacio de seis meses, por suerte no lo hará en dedicación exclusiva, ya que alternará en su función con paseos tomado de la mano, con su bella esposa o quizás acompañándola con un ukelele (*), mientras ella canta.
Señores de la CE, les decimos, nosotros los inmigrantes, no somos partidarios de la existencia de personas sin la regularización correspondiente, pero hemos venido a trabajar y si por algún motivo ésta no ha sido hecha en tiempo y forma, será por situaciones apremiantes que deben considerarse y no endurecerse con medidas que solo generan por parte de todos los pueblos la suficiente indignación, como para calificar a algunas normas como de “directivas de la vergüenza” y así fueron calificadas, por ejemplo, por la mayoría de los presidentes de América Latina en la declaración de condena, que aprobó unánimemente la XXXV Cumbre del Mercosur, reunida en la ciudad argentina de Tucumán.
Soy solamente un humilde periodista de una autonomía en España, pero me permito recordarle un viejo dicho del pueblo “no escupas a nadie al subir, que te lo puedes encontrar al bajar”

Carlos Altieri
Vicepresidente Federación Casa Argentina Balear

(*) Instrumento musical de cuerda, popularizado desde el archipiélago estadounidense de Hawái, parecido a la guitarra, pero de menor tamaño, diccionario de la Real Academia Española