martes, 21 de octubre de 2008

Trasladan a Videla a una cárcel militar, tras gozar diez años de prisión domiciliaria

L.E. Buenos Aires

El ex presidente de facto argentino Jorge R. Videla, fue privado del beneficio de la prisión domiciliaria y trasladado a un penal militar.
El juez federal Norberto Oyarbide ordenó el traslado de Videla, de 83 años, a la cárcel de la guarnición Campo de Mayo, donde cumplen condena otros antiguos militares acusados de delitos de lesa humanidad durante la dictadura militar (1976-1983).
Videla cumplía la condena por el robo sistemático de bebés, hijos de mujeres detenidas durante su gobierno.
Hasta ahora gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria, que en Argentina, puede otorgarse a aquellas personas mayores de 70 años.
Desde hace diez años vivía en un departamento en el selecto barrio porteño de Belgrano.
El ex militar está procesado por varias causas más, como el secuestro de dos empresarios y el plán Condor, el acuerdo de cooperación entre los gobiernos de facto de Sudamérica para eliminar opositores durante los años 70 y 80, ideado por Pinochet.
Los organismos de derechos humanos de Argentina, saludaron la noticia, pero se mostraron en contra de que Videla no vaya a una cárcel común, sino a un penal militar.
“Allí los tratan con jerarquía, como si aún tuvieran el rango militar y los subalternos los obedecieran, además de que viven con comodidades que no tiene un preso común”, afirmó la Presidenta de de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Videla es uno de los íconos de la represión en Argentina, siendo el principal actor del golpe que derrocó a la Presidenta María Estela Martinez de Perón y el primer presidente del gobierno militar.
Su triste mandato se considera como la etapa más sangrienta del período de gobiernos militares de Argentina.

Nota del blog.: a pesar de todo, parece que en Argentina, se normaliza la justicia y si bien llega tarde y no cumple encerrado en una cárcel común, para un militar el mero hecho de estar encerrado y nada menos que por un juez civil, ya constituye en si mismo un castigo.

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