Amas estuvo presente en el concierto de Sergio Bustos

En un evento organizado por la casa de Buenos Aires, algunos asociados tuvimos el gusto de asistir al concierto que en Sa Nostra, en el que, el amigo Sergio nos deleitó con su voz.
Como siempre, después de varios temas, en los que también se destacaron sus compañeros musicales, se vio obligado a hacer varias repeticiones, como ocurre en todas sus presentaciones.
Su repertorio siempre renovado, fue intensamente aplaudido por el público, que siempre ha reconocido y sigue haciéndolo, la calidad de su actuación.
Una nota aparte, merecen otros aspectos del evento, algunos anunciados, pero otros lamentablemente no.
En la invitación se anunciaba el concierto y un cóctel a su término. Lo que no se mencionaba era el costo, ya que solo se daba un teléfono, como es costumbre en éstos casos, pero nada se decía sobre los 14.-€ que se debían abonar para asistir. Incluso al acceder, una persona retiraba la tarjeta-invitación que había sido abonada, cosa que, en mi caso se hice, luego de anularla cortándola, cosa que evidentemente molestó al controlador, por causas que solo el ha de saber.
En nuestro concepto, si por un pago me retienen el “recibo”, no lo considero correcto ni ético.
Pero las sorpresas no habían terminado, ya que al sentarnos, tuvimos que aguantar a la presidenta de la mencionada asociación, quién por espacio de alrededor de media hora, habló sin conocimientos, sobre: sociedad, política internacional, religión, inmigración, economía y en fin otros temas más, que evidentemente desconoce por igual. Es interesante ver, como algunas personas en su afan de sobresalir, cuando toman un micrófono, no se despegan de el.
Lo malo, es que de saber el contenido de la desesperante conferencia, hubiera tenido la posibilidad de evitarla, como era mi derecho y asistir exclusivamente al concierto y al vino español posterior, que por cierto fue de buena calidad, ensombrecido solo por la venta de rifas organizada, por ésta entidad.
De cualquier manera, es tal la calidad de Sergio, que éstos hechos no lograron opacar la buena música y voz, que habíamos tenido el placer de escuchar.
Pero vale la pena tener en cuenta el resto, ante otra “invitación”.