A quién le agrada la fotografía, no necesita un folleto para entender las imágenes de Lee Friedlandler.
Todas tratan del placer, el de mirar, el de recorrer el mundo, el de conocer a otras personas y evidentemente el de la materia fotográfica, que es tan sencillo o complicado como todo.
Lee Friedlander, se va a enamorar de la fotografía cuando era un adolescente y años después recordaba con emoción uno de sus primeros intentos “yo solo quería fotografiar a mi tío Vern,
Al costado de su coche nuevo, en un día claro”. Con estas palabras sencillas inicia éste artista su carrera.
La Caixa nos ha presentado una vez más una exposición fotográfica, que vale la pena ver, puede gustarle o no, pero es un aporte sin duda a éste arte y a un artista que no debe dejarse de lado.
Por Carlos Altieri
Se podrá visitar hasta el 25 de noviembre, en La Caixa, plaza Weyler, 3, Palma
Todas tratan del placer, el de mirar, el de recorrer el mundo, el de conocer a otras personas y evidentemente el de la materia fotográfica, que es tan sencillo o complicado como todo.
Lee Friedlander, se va a enamorar de la fotografía cuando era un adolescente y años después recordaba con emoción uno de sus primeros intentos “yo solo quería fotografiar a mi tío Vern,
Al costado de su coche nuevo, en un día claro”. Con estas palabras sencillas inicia éste artista su carrera.
La Caixa nos ha presentado una vez más una exposición fotográfica, que vale la pena ver, puede gustarle o no, pero es un aporte sin duda a éste arte y a un artista que no debe dejarse de lado.
Por Carlos Altieri
Se podrá visitar hasta el 25 de noviembre, en La Caixa, plaza Weyler, 3, Palma
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