miércoles, 9 de abril de 2008

Costumbres y tradiciones de Spain



LUIS SEPÚLVEDA
Escritor. Autor de 'Un viejo que leía novelas de amor'
Soy un emigrante que luego de largo periplo escogió España como lugar de trabajo y residencia, convencido de que eso que se llama Estado de Derecho garantizaba una vida normal, ciudadana, entendien¬do "como es natural" que la norma¬lidad consiste en cumplir con una se¬rie de deberes y disfrutar de derechos. Y es sencillamente la Ley quien fija esa dichosa mezcla, sin que existan si¬tuaciones de excepción que sitúen a los emigrantes en el gueto de los potencialmente excluibles, a riesgo de cualquier discriminación impulsa¬da, "como es natural", por registrado¬res de la propiedad sin atributos, que ofrecen la simplicidad atroz déla xe¬nofobia para enfrentar un desafío tan complejo como el de la emigración, sus causas y sus efectos.
Por algo se llama Carta Magna a la Constitución, porque no hay na¬da ni nadie sobre ese contrato suscri¬to por todos y que rige para todos los que respiran en territorio españoL pe¬ro ahora, "como es natural", al Ga¬llego Sin Atributos se le ocurre que a la Constitución hay que agregarle a pie de página, con letra tramposa, un contrato que, en lo medular, obliga, so riesgo de expulsión, a que los emi¬grantes respeten las costumbres y tradiciones españolas.
¿Cuáles son estas costumbres y tradiciones más importantes que las leyes vigentes? Supongo que antes de las elecciones habrá una lista con¬feccionada por Carmen Sevilla, Lina Morgan y Federico Jiménez Lozanitos, entre otros felices salvaguardas de la españolidad.Imagino que al Ayuntamiento de Tordesillas no le caerá muy bien que cientos de miles de ecuatorianos, magrebíes, peruanos, chilenos, colom¬bianos, alemanes, finlandeses, chi¬nos, paraguayos y vietnamitas acu¬damos felices a darle puñaladas al to¬ro que sacrifican cada año, sumándonos a una de las más caras costumbres y tradiciones de Spain.
¿De dónde sacaremos tantas cabras tpara lanzar vivas desde los campana¬rios, si debemos participar de otra de las sanas, patrióticas y cultas tradicio¬nes que hacen de Spain una grande y única? Habrá que en ponerse en poimera línea de corredores en las miserables aldeas, donde encienden los cuernos de un toro, hasta que enloquece de pánico, nuestros hijos tendrán que aprender a mover las orejas como Astarloa, a estirar el mentón, manteniendo impasible el ademán, como Acebes, cada vez que digan una mentira y lo más importante, sin que importe la dimensión de la cagada, tendrán que aprender a no disculparse jamás, porque la
caradura es costumbre y tradición en Spain
Lo siento por mis amigos y amigas ecuatorianos que cada domingo se reúnen en la Casa campo a can¬tar unos sanjuanitos o unos pasillos, a disfrutar de unos llapingachos o una deliciosa fanesca durante la sema¬na santa. Ahora y por contrato habrá que aprender los secretos del pasodoble y atragantarse de gambas conge¬ladas. Todo sea por las costumbres y tradiciones de Spain.
Lo siento por aquellas mujeres que emigraron de cualquier país de Améri¬ca Latina, que trajeron una infinita ca¬pacidad de dar amor, manifestada en la calidez y cariño con que tratan a los ancianos que cuidan. Si un abuelo pide algo o hay que cambiarle los pañales, el nuevo contrato obliga al españolísimo"¡que s jodan!",médula de las costumbres y tradiciones de Spain.
Puedo imaginar la desazón de un bogotano o un paceño, cuando, por cumplir con el nuevo contrato, en lugar de decir algo como “estuve visitando la Alambra y aún estoy emocionado por la belleza del lugar” deba limitarse al “yo, la Alambra y tal y cual”, porque es costumbre y tradición de Spain, destrozar el español con entusiasmo.
En Francia, al ultraderechista Le Pen le preguntaron cuáles eran las costumbres y tradiciones francesas que la emigración ponía en peligro y, tras meditarlo largamente, respondió que los franceses bebían vino y comían queso.
En Austria, al neonazi Jörg Heider le hicieron la misma pregunta y contestó: la puntualidad y la higiene.
Al parecer nuestro Registrador de la Propiedad Sin Atributos ,ignora que las costumbres se renuevan y que las tradiciones son objeto de permanente juicio. Hace muy poco se terminó por vía legal con la dudosa tradición de dar sopapos a los menores de edad, pese a los defensores del sopapo¬s como costumbre pedagógica. La Educación para la Ciudadanía termi¬nará con tradiciones tan bellas como “todas putas, menos mi madre y mi hermana”, con costumbres tan enaltecedoras como “no pide factura, que tío tan enrollao”



El año pasado algunos emigrantes se sintieron preocupados al ver a Aznar con varias botellas de Ribera del Duero soltándose la melena y declarando que a él nadie le decía “si bebes no conduzcas”, pero ahora saben que esa chulería , en esencia, la tradición, la costumbre, el sustento cultural que dio una Agustina de Aragón o una Esperanza Aguirre, o la madre que las parió.
Costumbre de mentir sin quitarse la peineta. Tradición de violar la voluntad ciudadana, aún a costa de la ruptura social. Esa es la Spain que propone la derecha.

Tomado del diario Público del día 17/2/2008

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