martes, 18 de septiembre de 2007

Beneficios de la meditación

L a salud de las personas está influenciada en gran medida por los pensamientos, de tal manera que salud física y psíquica van íntimamente unidas. Por ello la meditación es la mejor contribución de Oriente a nuestra sociedad, ya que con ella superamos el dominio absoluto que nuestro pensamiento tiene sobre nuestra experiencia y nuestra manera de estar en el mundo.
La meditación nos permite ver la realidad, más allá de lo que nuestra mente imagina que debería o podría ser. Pues nuestras mentes nunca están en el aquí y ahora, sino que se encuentran detenidas en el pasado o en el futuro, con lo que nuestro día a día está lleno de frustraciones y añoranzas. Tal vez lo más importante que la meditación regular hace por nosotros es incrementar nuestra capacidad para vivir en el momento presente, para ser consciente de nuestro estado en el mundo. Los beneficios de practicar la meditación no se limitan a calmar, sosegar y liberar nuestra mente de las preocupaciones, sino que también son numerosos sus beneficios físicos. La meditación disminuye la tensión, reduce el estrés, fortalece el sistema inmunológico e incluso retrasa el envejecimiento. En la vida diaria también podemos beneficiarnos de la práctica de la meditación, ya que mejora la concentración, la memoria, el aprendizaje y la creatividad, con lo que aumenta nuestro rendimiento laboral. Si además tenemos en cuenta que aumenta la confianza en uno mismo, la sensibilidad y la tolerancia hacia los demás, nuestras relaciones personales se verán reforzadas. El primer paso para meditar es buscar un lugar tranquilo y apartado de distracciones. A continuación hay que colocarse en una postura cómoda, una muy recurrente es estar sentado con la espalda recta, de manera que estemos relajados pero alerta. También es recomendable tener cerca un objeto en el cual podamos concentrarnos, como una imagen, o bien repetir una palabra o frase, o concentrarnos en nuestra respiración. En definitiva, la meditación mejora nuestra calidad de vida, por eso es recomendable practicarla de manera regular, tantas veces como sea posible, bien solos o bien acudiendo a centros especializados donde nos guíen en su práctica.

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