sábado, 1 de diciembre de 2007

Nueces y aceite de oliva para combatir la enfermedad cardiaca



En un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine, del 4 de Julio de 2006, investigadores españoles del grupo de estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), considerando que la dieta mediterránea ha mostrado ya sus efectos beneficiosos sobre los factores de riesgo cardiovascular, se proponen comparar los efectos a corto plazo de 2 tipos de dieta mediterránea (con aceite de oliva o con nueces), comparada con una dieta baja en grasas, sobre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
 

El estudio, multicéntrico y aleatorizado se ha realizado en centros de asistencia primaria afiliados a 10 hospitales docentes.
Los participantes han sido 772 personas asintomáticas entre 55 y 80 años de edad, reclutadas entre octubre 2003 y Marzo 2004 con riesgo cardiovascular elevado (1 de 2 criterios: una diabetes tipo 2 o bien 3 o más de los siguientes factores de riesgo: fumador, hipertensión arterial, colesterol LDL de 4.14 mmol/l o más; colesterol HDL de 1.04 mmol/l o menos, IMC 25 kg/m2, o una historia familiar de presentación precoz de enfermedad cardiovascular).
Los participantes fueron asignados a una dieta baja en grasas (n=257 participantes) o a una de dos dietas mediterráneas según fueran suplementadas con 1 litro a la semana de aceite virgen de oliva (n= 257) o con 30 gramos/día de nueces (n=258).
Los efectos sobre los factores de riesgo fueron evaluados al cabo de 3 meses.
Las medidas de los efectos de las intervenciones dietéticas fueron: Peso corporal, presión arterial, lipoproteínas HDL y LDL, niveles de glucosa y una serie de moléculas marcadoras de inflamación, como la proteína C-reactiva.
Los autores sostienen que si la dieta mediterránea es útil en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular, debe esperarse que las personas que siguen esta dieta muestren una reducción de los factores de riesgo de la ateroesclerosis como enfermedad cardiovascular.
Los resultados de este estudio muestran que los participantes asintomáticos, pero con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, que mejoran su dieta mediterránea, muestran una mejoría en su perfil lipídico (colesterol HDL y LDL), disminución de la resistencia a la insulina y reducción de las concentraciones de las moléculas inflamatorias, cuando se comparan con los participantes que han seguido una dieta baja en grasas (la dieta mediterránea es una dieta rica en grasas a expensas de grandes cantidades de los ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva con efectos beneficiosos para los factores de riesgo cardiovascular, la obesidad y la diabetes).
En este estudio, tanto la dieta mediterránea 1 (aceite de oliva virgen) como la 2 (nueces) se asocian con reducciones estadísticamente significativas de la presión arterial en los participantes con hipertensión que estaban ya medicación antihipertensiva.
La conclusión de los autores es que sus resultados sugieren que los efectos saludables de la dieta mediterránea observados en estudios epidemiológicos se ejercen parcialmente a través de mecanismos plausibles que mejoran los perfiles lipídicos (colesterol HDL y LDL), disminuyen la presión arterial, la resistencia a la insulina (diabetes tipo 2) y los marcadores sistémicos de la inflamación.

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