sábado, 10 de noviembre de 2007

En la escuela filosófica Es Racó de Ses Idees, no preguntan ¿es posible erradicar la pobreza?


La eliminación de la pobreza solo se podrá lograr con la aparición de un hombre nuevo, comprometido con sus semejantes y para el cual la palabra solidaridad constituya una forma de expresar otros valores de vida, nos dice Francisco Capacete González.

Carlos Altieri
Hace unos días en el salón de la escuela filosófica Es Racó de Ses Idees, asistimos a una charla sobre algunos aspectos de la pobreza, a cargo de Francisco Capacete González.
A partir de la premisa, por cierto sumamente interesante, de la aparente entrada de la humanidad en una época de oscurantismo que calificó de otra edad media, hizo un análisis de algunos aspectos de la sociedad actual, que si bien se conocen, no se tiene un conocimiento exacto de su significado,
Nos comenta que los valores del hombre están trastocados, preguntándose, ¿qué es el hombre, la amistad, la política, el arte o la religión?, ¿en que punto se han quedado?
Vivir provoca cambios y estos no siempre orientados correctamente, se viven como una amenaza que debe ser eliminada y así el hombre acumula poder para defenderse de lo que considera hostil. Pero no es el poder el fin último sino el miedo, el que hace que solo sea lo material lo único importante. Notable posición esta, si se tiene en cuenta que el ámbito en el que se dicen estos conceptos, es el europeo, donde la sociedad tiene características de altamente consumistas.
Y, continua el disertante, los temores, el materialismo de los valores, todos los elementos que acuden en una sociedad materialista, determinan una crisis, de la que solo se podrá salir, aprendiendo nuevamente a vivir, aprendiendo una lección, que ya sabíamos, pero que parece hemos olvidado.
Hay hechos que realmente reafirman lo que se menciona, por ejemplo, los países ricos vuelven a utilizar, muros y alambradas para protegerse (aunque estos elementos solo los aíslan), y vemos ejemplos múltiples, incluso los seres humanos, pagan precios sumamente altos por lo que creen es su seguridad.
Como ejemplo muy evidente de esto, está el proceso que vive USA, después del 11 de septiembre, donde mas allá del dolor que este hecho provocó en éste país y que es innegable, el pueblo norteamericano ha cedido parte de su libertad a cambio de una seudo seguridad, que no es tal, sino un control casi total, pretexto realmente poco creíble, pero quién quiera, puede ver el camino hacia “un mundo feliz”.
Pero si regresamos al análisis de la pobreza, seguramente nos enredaríamos y así el conferenciante, no obstante intentar hacernos ver la realidad existente, en la política, a la que notablemente califica como una actividad de aficionados, ya que la formación de aquellos que deciden el destino de los pueblos, no se da en el ámbito ilustrado, como podría ser un claustro universitario, o escuelas superiores de formación especializada, sino desarrollando la actividad, mal llamada política, desde lugares, en los que se privilegia el materialismo como deidad pagana y esto no es política, nos dice.
De una manera más o menos similar, continuó mostrándonos, como se ha estado moviendo la ciencia, el arte, la religión, etc. Temas todos éstos que necesariamente deben ser reaprendidos, si el hombre realmente quiere salir del camino crítico en el que está.
Podemos coincidir o no con el conferenciante en alguna de sus apreciaciones, pero no podemos menos que admitir, que en general, los conceptos que emite son válidos.
Por otro lado nos pareció interesante su comentario sobre la religión, palabra que habla de reunir (religare), y que lamentablemente y con el único objetivo de conseguir acólitos, revierte su significado de tal, desuniendo a los hombres.

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